Gunitados

Los hormigones en general, y los hormigones de sostenimiento en particular deben tener la resistencia a compresión necesaria para soportar las cargas previstas, los esfuerzos de tracción y los momentos flectores que se deriven de los cálculos estructurales que se realicen durante la etapa del proyecto.

La durabilidad de los hormigones es también un concepto fundamental, ya que estos tienen que garantizar la estabilidad del talud durante toda su vida útil en las circunstancias específicas de cada uno.

El hormigón tiene un buen comportamiento a los esfuerzos de compresión pero no así a los esfuerzos de tracción; esta limitación del hormigón se subsana con la colocación de mallazo o la adición de fibras.

Las fibras metálicas de nuevo diseño, por su excelente trabazón con el hormigón, confieren a éste unas propiedades muy superiores, desarrollando una notable capacidad de absorción de energía, haciendo a los revestimientos más capaces y adecuados para resistir fuertes presiones y deformaciones.